Otro 18 de agosto más que los vecinos y amigos de La Cardenchosa y Los Morenos, -quienes residen en estas bellas aldeas todo el año y quienes regresan por estas fechas para la ocasión-, han mostrado su devoción por su patrona santa Elena, acudiendo al Triduo, Eucaristía y procesión en su honor.
20 ago 2018
15 ago 2018
NUESTRA SEÑORA DE LA PIEDAD
Los feligreses de Navalcuervo han conmemorado, un año más, el día de la Virgen de la Piedad, en la solemnidad de la Asunción de la Virgen, con la celebración de la Eucaristía y, a continuación, procesión con su imagen bendita por las calles de la aldea, acompañada por la banda municipal de Fuenteobejuna.
14 ago 2018
SANTA ELENILLA EN LOS MORENOS
En un principio, santa Elenilla, llamada así por una antigua tradición, se celebraba el 12 de septiembre. Al hacerlo casi al final del verano, muchos de quienes regresaban por vacaciones al pueblo ya no estaban, y se acordó cambiarla al 14 de agosto para que cuantos vinieran de otros lugares disfrutasen de ella.
Esta tarde se ha celebrado la santa misa en el parque, que ha sido oficiada por el salesiano, natural de Los Morenos, Teodoro Castillejo y concelebrada por nuestro párroco Matías; a continuación, se han recorrido las calles del pueblo en procesión, la cual ha finalizado con fuegos artificiales.
Esta tarde se ha celebrado la santa misa en el parque, que ha sido oficiada por el salesiano, natural de Los Morenos, Teodoro Castillejo y concelebrada por nuestro párroco Matías; a continuación, se han recorrido las calles del pueblo en procesión, la cual ha finalizado con fuegos artificiales.
12 ago 2018
SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA
El próximo miércoles, 15 de agosto, es la solemnidad de la Asunción de la Virgen María; fiesta a la que se unen diferentes advocaciones como es la de la Virgen de la Piedad, en Navalcuervo. Son días que la comunidad parroquial prepara con esmero y en los que demuestra su amor filial a la Virgen María.
La Asunción de María es la última enseñanza definida por la Iglesia sobre la Virgen. Nos situamos en el contexto previo al Concilio Vaticano II, cuando Pío XII, en 1950, declaró que nuestra Madre participaba ya, en cuerpo y alma, de la gloria de su Hijo. Es ésta una época donde se abunda en los privilegios marianos, motivo por el cual se podían malinterpretar. El Concilio, convocado por san Juan XXIII, resitúa estos dones del Señor a María en su verdadero contexto: la misión salvadora de Jesús. De ahí que hable de la Virgen como signo de esperanza cierta, clave para poder entender hoy el significado de la Asunción en la vida del creyente.
El cristiano, a veces, puede vivir su fe en dos planos separados, celebrando con mucha devoción una fiesta litúrgica tan arraigada en nuestra cultura como es ésta y, sin embargo, vaciándola de todo significado para su vida y quehacer cotidiano. Ante ello, Alberto Ruiz, profesor de Mariología y religioso oblato de María Inmaculada, lo tiene claro: hay que retomar la clave conciliar: «Si nuestra Madre es signo de esperanza cierta nos recuerda algo esencial de nuestra fe: la espiritualidad del cuerpo. La Resurrección y la Encarnación incluyen la carne del Señor. Nuestro cuerpo tiene dignidad. Con él amamos, acogemos, perdonamos, rezamos... él es parte de nuestra historia personal y es imposible entendernos sin él. ¿Por qué entonces atribuirle todo lo malo, las tentaciones, lo pecaminoso? La Asunción nos recuerda lo que solemos olvidar: nuestro cuerpo también participará del cielo, no sólo nuestro alma. Por eso, ya desde ahora, debe ser signo de salvación y de misericordia».
6 ago 2018
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