12 oct 2020

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

Según documentos del siglo XIII, el Apóstol Santiago, el Mayor, hermano de San Juan, viajó a España a predicar el evangelio (año 40 d.C.), y una noche la Virgen María se le apareció en un pilar.

La tradición nos cuenta que Santiago había llegado a Aragón, donde está situada la ciudad de Zaragoza y, una noche, estando en profunda oración junto a sus discípulos a orillas del río Ebro, la Santísima Virgen María se manifestó sobre un pilar acompañada por un coro de ángeles. Lo esencial de esta situación -es lo que la hace única- es que, para ese entonces, Nuestra Reina del Cielo aún se encontraba en vida mortal viviendo en Palestina y se presenta en Hispania; por ello es que, a este fenómeno sobrenatural, se lo califica como traslación o bilocación. Fenómeno que el cristianismo ha dado en llamar: La Venida de la Virgen María.

La Virgen le habló al Apóstol pidiéndole que se le edificase ahí una iglesia con el altar en derredor al pilar y expresó: "Este sitio permanecerá hasta el fin del mundo para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que imploren mi ayuda".

El lugar ha sobrevivido a invasiones de diferentes pueblos y a la Guerra Civil española de 1936-1939, cuando tres bombas cayeron sobre el templo y no estallaron. 

Luego de la aparición, Santiago junto a sus discípulos comenzaron a construir una capilla en donde se encontraba la columna, dándole el nombre de "Santa María del Pilar". Este fue el primer templo del mundo dedicado a la Virgen. Después de predicar en España, Santiago regresó a Jerusalén. Fue ejecutado por Herodes Agripas alrededor del año 44 d.C. siendo el primer apóstol mártir; tras el suceso sus discípulos tomaron su cuerpo y lo llevaron a España para su entierro. Siglos después el lugar fue encontrado y llamado Compostela (campo estrellado).