Con el Miércoles de Ceniza comienza la Cuaresma, un tiempo de cuarenta días de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Los católicos y creyentes estamos llamados a vivir los próximos cuarenta días en profunda reflexión. Nos adentramos en un clima de arrepentimiento y conversión: “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera.