“…ACUÉRDATE, HOMBRE Y MUJER, QUE ERES POLVO
Y EN POLVO TE HAS DE CONVERTIR…”

Es tiempo para cambiar de vida y de mentalidad. Es un intento de morir al egoísmo para resucitar al amor de los hermanos. Pasar de la muerte (esclavitud del pecado y violencia) a la Vida (libertad, bondad, gracia y paz).
No es la Cuaresma un tiempo de crispación o angustia, ni un tiempo para poner a prueba nuestra fuerza de voluntad; no es tiempo de severidad, sino de gracia: 40 días para seguir creciendo, 40 nuevas oportunidades que Dios nos ofrece para amar, para ser tremendamente felices; 40 días en que la comunidad cristiana experimenta cómo el árbol hay que podarlo para que dé más y mejores frutos…
Convertirse a Dios (Pinchar enlace)
“¡OH, TÚ QUE DUERMES, DESPIÉRTATE, QUE CRISTO TE VA A ILUMINAR!”
(San Agustín)