1 oct 2015

OCTUBRE, MES DEL ROSARIO




La Virgen se  apareció a santo Domingo de Guzmán sosteniendo en su mano un rosario y enseñó al sacerdote a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.
A la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".

Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano :


  1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
     
  2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
     
  3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
     
  4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
     
  5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
     
  6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada; se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso, será admitido a la vida eterna.
     
  7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
     
  8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
     
  9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
     
  10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
     
  11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
     
  12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
     
  13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.
     
  14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
     
  15. La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.