5 dic 2019

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Celebramos el próximo fin de semana la solemnidad de la Inmaculada Concepción en la que se nos invita a contemplar a María, quien hizo suya la palabra del Señor y la regaló al mundo. Ella nos muestra cómo prepararnos para acoger a Jesucristo en nuestras vidas y llevar la obra de Dios a los corazones humanos.

Hoy, la cultura de la muerte que padecemos es un exponente claro del poder del pecado en el mundo, y la Iglesia pone ante nuestros ojos la obra de la gracia que es el dechado de hermosura de la Inmaculada, a la que Dios quiso libre de todo pecado para ser la madre de Cristo venido del padre para redimirnos del pecado y de la muerte eterna. María nos ayuda a caminar hacia la meta definitiva, viene en nuestro auxilio con permanente intercesión ante su Hijo, para que nosotros no perdamos la esperanza de alcanzar las promesas que Dios nos ha revelado en la muerte y resurrección de Jesucristo. En Él todos hemos sido agraciados, en Él hemos heredado todos y en Él tenemos la esperanza cierta de la salvación que en la celebración eucarística se nos entrega como prenda y adelanto de la vida eterna.