17 feb 2021

CUARESMA 2021

La Cuaresma es la oportunidad de mirar a nuestras vidas, encontrar las zonas desérticas y crecer en la esperanzas de que el desierto puede florecer. Es tu tiempo con Dios: tiempo para desnudarnos de nuestros afanes, de revisar nuestra vida, de adquirir el equilibrio cristiano, de rehabilitarnos con la fuerza y el optimismo de Dios. Es el camino a la Pascua de liberación con Cristo. La Cuaresma es nuestro tiempo con tu Dios.

La vida del materialismo consumista nos ha llevado a menospreciar los valores del Reino, a disociar la fe de la vida, a olvidar que el hombre no vive solo de pan sino, también, de la palabra de Dios. En el fondo es la lucha del “ser” sobre “tener”.

EL “tener” nos lleva a la insolidaridad que se niega a compartir, nos convierte en limosneros en lugar de ser promotores del reparto de bienes y desarrolladores de dones y carisma. Nos lleva a la frustración existencial ante las nuevas necesidades creadas artificialmente. El “tener” subordina los bienes al hombre; nos lleva a la desintegración total de nuestra existencia.

El “ser” es fundamentarse en la acción de Dios que nos crió. Básicamente, es vivir en amor; acercarse al hermano para extenderle una mano en su necesidad. Es considerar al otro no como objeto de exploración, sino como parte del proyecto de Dios, el cual será incompleto si no unimos nuestro “ser” al “ser” del hermano como realidad inseparable de nuestra existencia.

La cuaresma es tu tiempo para conocer el proyecto de Dios Padre, quien en Cristo “trasforma nuestra condición humilde según el modelo de su condición divina”; por eso, la cuaresma es tiempo de gracia para hacer un alto en el camino y preguntarse a dónde se va y con quién se camina.

La oración es la fuerza liberadora. En ella escuchamos las palabras del Señor: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y que me siga […] Quien pierde su vida por mi, la salvará" (Lc.9, 23).