¡HA RESUCITADO!
En la noche Dios trabaja. Nunca sabremos cómo lo hace. Construye, en el Misterio de su Hijo, un amanecer de vida y esperanza para esta humanidad, una promesa de futuro mejor para cada uno de sus hijos. En esta noche, ¡en todas las noches!, Dios sigue empujando la vida.