2 nov 2014

CELEBRACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

El 2 de noviembre es el día de la conmemoración de los fieles difuntos. Nuestros cementerios y, sobre todo, nuestro recuerdo y nuestro corazón se llenan de la memoria y de la oración-ofrenda agradecidas y emocionadas a nuestros familiares y amigos difuntos.
La muerte es la realidad más dolorosa, misteriosa e inevitable de la condición humana. Sin embargo, desde la fe cristiana, el fatalismo y pesimismo de esta afirmación se ilumina y se llena de sentido. Dios, al encarnarse en Jesucristo, no sólo ha asumido la muerte como etapa necesaria de la existencia humana, sino que la ha transcendido, la ha vencido.
Ha dado la respuesta que esperaban y siguen esperando los siglos y la humanidad entera a nuestra condición pasajera y caduca. La muerte ya no es final del camino. No vivimos para morir, sino que la muerte es la llave de la vida eterna, el clamor más profundo y definitivo del hombre de todas las épocas, que lleva en lo más profundo de su corazón el anhelo de la inmortalidad.

“Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.
Acabar de llorar y hacer preguntas,
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz , la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura”
José Luis Martín Descalzo (periodista, sacerdote, escritor y poeta)  +Junio, 1990