La palabra "epifanía" significa "manifestación" y, referida al Señor, corresponde a los momentos en que Jesús se manifiesta o se revela al mundo. Habitualmente se identifica con el Día de Reyes; sin embargo, en la tradición cristiana existen al menos tres momentos en los que Jesús se manifiesta.
La epifanía más conocida se celebra el día de los Reyes Magos, que es el 6 de enero y forma parte de las celebraciones litúrgicas de la Navidad.
Originariamente, en antiguas culturas orientales se celebraba en esta fecha el aumento de la luz solar tras el solsticio de inverno, como acontecimiento asociado a la llegada de la luz y al fin de las tinieblas. La epifanía a los Magos de Oriente se hizo coincidir con las celebraciones consideradas paganas que adoraban al sol.
En la doctrina católica, el niño Jesús se revela ante los Magos, representantes de otras civilizaciones y del mundo pagano, que lo identifican como el Mesías. La llegada de un Salvador había sido anunciada en varios textos del Antiguo Testamento, por lo que este momento es de gran importancia.
El encuentro con Jesús aparece relatado en el Evangelio según San Mateo: “Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra." (Mt 2:10-11)