La semana del 18 al 25 de enero se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos cuyo lema este año es: “Destinados
a proclamar las grandezas del Señor (CF. 1 PE 2.9)”
La división entre los
cristianos es un obstáculo para la evangelización. El mundo no puede creer que
somos discípulos de Cristo mientras nuestro amor mutuo no sea completo.
Sentimos la pena de esta división cuando no podemos recibir juntos el Cuerpo y
la Sangre de Cristo en la Eucaristía, el sacramento de la unidad.
La fuente de nuestra
alegría es nuestra vida común en Cristo. Vivir nuestra vida de comunión todos
los días significa dar la bienvenida, amar, servir, orar y dar testimonio junto
con cristianos de otras tradiciones. Esta es una perla de gran valor que nos ha
sido dada por el Espíritu Santo.
La noche antes de su
muerte, Jesús rezó por la unidad y el amor entre nosotros. Hoy levantamos
nuestras manos y oramos con Jesús por la unidad de los cristianos. Oramos por
los obispos, ministros y miembros de todas las Iglesias. Oramos para que el
Espíritu Santo nos conduzca a todos por el camino de la unidad.