8 dic 2020

LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por Él que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que sólo viene de Cristo. Pero Ella, singularmente, recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: el poder y omnipotencia de Dios.

La Inmaculada Concepción de María nos confirma la posibilidad de una humanidad con esperanza, una humanidad transformada y purificada de todo egoísmo. El sí de María ilumina para siempre todos nuestros advientos y acompaña nuestros proyectos.

Oración a la Inmaculada Virgen María

Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa Inmaculada Concepción pura y sin mancha. ¡Oh, Purísima Virgen!, por vuestra pureza virginal, vuestra Inmaculada Concepción y vuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios, alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad, la caridad, una gran pureza de corazón, de cuerpo y de espíritu, una santa perseverancia en el bien, el don de oración, una buena vida y una santa muerte. Amén"